El pasado viernes colaboré en un artículo del blog Cosas de Niños del Heraldo de Aragón.
En él expongo los criterios que estimo deben seguirse a la hora de hablar sobre la muerte con un niño.
Debemos hablar de la muerte con naturalidad. Podemos aprovechar situaciones cotidianas para hablar del tema, como la muerte de un animal, la muerte de un personaje de una película o una noticia.
Y cuando son los niños los que preguntan sobre la muerte, debemos proporcionar una respuesta adecuada a su edad, y no dar evasivas y cambiar de tema.
Pautas para Afrontar el Tema de la Muerte en Función de la Edad
Entre los 2 y 5-6 años piensan que la muerte es reversible, no tienen experiencias de la vida todavía para comprenderlo. Lo que ven en los dibujos animados es que se dan golpes y les pasan muchas cosas a los personajes y no les sucede nada. Si que algunas películas les van dando información: se muere la mamá de Bambi y el papá del Rey León. Recuerdo a mi hijo cuando fuimos a ver el Rey León que salió del cine preguntando si se iba a morir su papá, fue un buen momento para hablar del tema.
Entre los 5-6 y 9 años ya entienden que todos los seres vivos mueren, no solo las personas. Sin embargo todavía lo perciben como lejano a ellos. En estas edades lo asocian con esqueletos o con alguna otra imagen relacionada o con películas de miedo. Luego pueden tener pesadillas.
A partir de los 9 años ya entienden que la muerte es irreversible, y en ocasiones ya en edades más cercanas a la adolescencia, se comienzan a hacer preguntas filosóficas sobre la vida y la muerte.
Comportamientos que Debemos Evitar
Asociar la muerte con enfermedad. Si lo hacemos los niños tendrán miedo a ponerse malos.
Asociar la muerte con personas ancianas. Esto no es verdad, porque se muere a todas las edades.
Apartar a los niños y mentir para que «no sufran» cuando muere alguien cercano. Debemos contarles la verdad, modulándolo en función de su edad, pero siempre contando la verdad.
Para leer el artículo completo puedes seguir este enlace.