El duelo es una reacción emocional natural tras la pérdida de un ser querido. También puede aparecer con la pérdida de un animal o acontecimiento significativo. Se manifiesta en forma de sufrimiento o aflicción. También tiene componentes fisiológicos y sociales.
El proceso de Elaboración del Duelo en niños difiere del de los adultos. Lo primero que hay que tener en cuenta es no apartarle de la realidad que se está viviendo, con el pretexto de ahorrarle sufrimiento, a veces se inventan historias irreales.
Incluso los niños más pequeños son sensibles a la reacción y el llanto de los adultos, a los cambios en la rutina de la casa, a la ausencia de contacto físico con la persona fallecida…, es decir, se dan cuenta que algo pasa y les afecta. La noticia se debe comunicar lo antes posible y darle las explicaciones, adecuadas a su edad, de cómo ha ocurrido.
El niño puede y debe percibir que los adultos están tristes, o que lloran, no debemos esconder nuestro dolor.
En ocasiones, mi trabajo consiste en asesorar a la familia como debe afrontar este tema con los niños. Según la edad, la forma de actuar del niño es diferente y es bueno saber que es lo que nos podemos encontrar para tener respuestas.
Debemos estar atentos si empieza a perder el interés, presenta apatía, se comporta como un bebé, pierde el apetito, presenta miedos, llora sin motivo, rabietas… En estos casos es conveniente acudir a un psicólogo, para que ayude en su resolución.
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